martes, 17 de abril de 2012

Biografía JOSEPH HENRY

Biografía

 Hace estudios científicos en la Universidad de Londres pero debe suspenderlos debido a problemas de salud. Para recuperarse, se le aconseja hacer un largo viaje en el mar. Viaja en1850 para Nueva Gales del Sur. Apreciando el clima y la flora, decide entonces establecerse allí. Maiden estaba muy interesado en las plantas nativas, y en sus primeros tiempos estuvo asociado al Rev. William Woolls en sus estudios botánicos. En su primer libro, Useful Native Plants of Australia, publicado en 1889, Miden también reconoce su deuda al trabajo de Ferdinand von Mueller con el que había mantenido una correspondencia de informaciones.
En 1881, Maiden se convierte en el primer conservador del "Tecnológica Museum" de Sídney, función que conserva hasta 1896. En 1890, es asesor de botánica para el Ministerio de Agricultura y en 1894, Maiden se convierte en director para la educación técnica. En 1896, es botánico adjunto del Gobierno y director de los jardines botánicos. Comienza entonces a realizar el primer herbario de la colonia.

Maiden se especializa sobre las acacias y los Eucaliptos. Publica alrededor de 45 artículos y su obra titulada A Criticar Revisión of the Genus Eucaliptus, en ocho volúmenes, se convierte en una referencia sobre el tema durante cincuenta años. Describe numerosas especies y es el descubridor del tipo de numerosas otras. Se jubila en 1924. Recibe la medalla linneana en 1915.
La historia de la electricidad se refiere al estudio y uso humano de la electricidad, al descubrimiento de sus leyes como fenómeno físico y a la invención de artefactos para su uso práctico.
El fenómeno en sí, fuera de su relación con el observador humano, no tiene historia; y si se la considerase como parte de la historia natural, tendría tanta como el tiempo, el espacio, la materia y la energía. Como también se denomina electricidad a la rama de la ciencia que estudia el fenómeno y a la rama de la tecnología que lo aplica, la historia de la electricidad es la rama de la historia de la ciencia y de la historia de la tecnología que se ocupa de su surgimiento y evolución.
Uno de sus hitos iníciales puede situarse hacia el año 600 a. C., cuando el filósofo griego Tales de Mileto observó que frotando una varilla de ámbar con una piel o con lana, se obtenían pequeñas cargas (efecto triboeléctrico) que atraían pequeños objetos, y frotando mucho tiempo podía causar la aparición de una chispa. Cerca de la antigua ciudad griega de Magnesia se encontraban las denominadas piedras de Magnesia, que incluían magnetita. Los antiguos griegos observaron que los trozos de este material se atraían entre sí, y también a pequeños objetos de hierro. Las palabras magneto (equivalente en español a imán) y magnetismo derivan de ese topónimo.
La electricidad evolucionó históricamente desde la simple percepción del fenómeno, a su tratamiento científico, que no se haría sistemático hasta el siglo XVIII. Se registraron a lo largo de la Edad Antigua y Media otras observaciones aisladas y simples especulaciones, así como intuiciones médicas (uso de peces eléctricos en enfermedades como la gota y el dolor de cabeza) referidas por autores como Plinio el Viejo y Escribonio Largo, 1 u objetos arqueológicos de interpretación discutible, como la Batería de Bagdad, 2 un objeto encontrado en Irak en 1938, fechado alrededor de 250 a. C., que se asemeja a una celda electroquímica. No se han encontrado documentos que evidencien su utilización, aunque hay otras descripciones anacrónicas de dispositivos eléctricos en muros egipcios y escritos antiguos.
Esas especulaciones y registros fragmentarios son el tratamiento casi exclusivo (con la notable excepción del uso del magnetismo para la brújula) que hay desde la Antigüedad hasta la Revolución científica del siglo XVII; aunque todavía entonces pasa a ser poco más que un espectáculo para exhibir en los salones. Las primeras aportaciones que pueden entenderse como aproximaciones sucesivas al fenómeno eléctrico fueron realizadas por investigadores sistemáticos como William Gilbert, Otto von Guericke, Du Fay, Pieter van Musschenbroek (botella de Leyden) o William Watson. Las observaciones sometidas a método científico empiezan a dar sus frutos con Luigi Galvani, Alessandro Volta, Charles-Agustín de Coulomb o Benjamín Franklin, proseguidas a comienzos del siglo XIX por André-Marie Ampere, Michael Faraday o George Ohm. Los nombres de estos pioneros terminaron bautizando las unidades hoy utilizadas en la medida de las distintas magnitudes del fenómeno. La comprensión final de la electricidad se logró recién con su unificación con el magnetismo en un único fenómeno electromagnético descrito por las ecuaciones de Maxwell (1861-1865).
El telégrafo eléctrico (Samuel Morse, 1833, precedido por Gauss y Weber, 1822) puede considerarse como la primera gran aplicación en el campo de las telecomunicaciones, pero no será en la primera revolución industrial, sino a partir del cuarto final del siglo XIX cuando las aplicaciones económicas de la electricidad la convertirán en una de las fuerzas motrices de la segunda revolución industrial. Más que de grandes teóricos como Lord Kelvin, fue el momento de ingenieros, como Zénobe Gramme, Nicola Tesla, Frank Sprague, George Westinghouse, Ernesto Werner von Siemens, Alexander Graham Bell y sobre todo Thomas Alba Edison y su revolucionaria manera de entender la relación entre investigación científico-técnica y mercado capitalista. Los sucesivos cambios de paradigma de la primera mitad del siglo XX (relativista y cuántico) estudiarán la función de la electricidad en una nueva dimensión

No hay comentarios:

Publicar un comentario